miércoles, 18 de marzo de 2009

El arzobispo de Cuenca (Ecuador) comenta la situación de las sectas en su país


El arzobispo de Cuenca (Ecuador), Vicente Cisneros Durán, se sinceró recientemente en una entrevista con el diario El Mercurio, y en ella hizo alusión al fenómeno de las sectas.

Según explica el rotativo, su invulnerable vocación de católico no altera el pulso a sus 75 años bien cumplidos este 23 de febrero, edad límite para ejercer como Arzobispo de Cuenca, de acuerdo con el canon 401 del Código de Derecho Canónico. Razón por la cual el prelado remitió su renuncia al Papa Benedicto XVI, poco antes de cumplir los 75 años, de forma que la Iglesia católica de Cuenca está a la espera de la nominación del nuevo Arzobispo de Cuenca cuya decisión es facultad privativa del Sumo Pontífice.

Monseñor Vicente Cisneros Durán, IV Arzobispo de Cuenca, nació en Pelileo, provincia de Tungurahua, el 23 de febrero de 1934. Recibió su Ordenación Sacerdotal en la Catedral de Quito en 1957. Luego realizó varios estudios de especialización en la Universidad Pontificia de Salamanca, España; en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Italia; en la Universidad de Viena, Austria; en la Universidad Católica de París, Francia y en el Instituto Internacional Luigi Sturzo, Roma, Italia. En estos centros de educación superior obtuvo los siguientes títulos: Bachiller en Derecho Canónico. Licenciado y Doctor en Ciencias Socio-Jurídicas con especialización en Derecho Internacional y Licenciado y Experto en Acción Social, CISIC, Roma.

Con sólo 10 años de sacerdocio recibió la Consagración Episcopal el 7 de enero de 1968, por designio del Papa Pablo VI, siendo por varios años el Obispo más joven del mundo. Fue nombrado Obispo Auxiliar de Guayaquil. Después fue designado II Obispo de Ambato, donde trabajó por más de 30 años. En febrero del año 2000 el Papa Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Cuenca.

En la entrevista, el obispo fue directo, leemos en el periódico. Reproducimos a continuación los fragmentos de la misma que hacen referencia al fenómeno de las sectas.

- ¿Cómo ve a la religión católica, luego de nueve años al frente de la Arquidiócesis de Cuenca?

- A pesar de todos los avatares ideológicos, no se ha perdido la consistencia de la personalidad religiosa católica de Cuenca. Hemos tenido la presencia de grupos protestantes y de sectas, algunas especialmente presentes por las visitas que hacen a los hogares como son los Testigos de Jehová, que propiamente no son ni cristianos sino una verdadera secta, y tienen sus revistas Despertar y Atalaya en las que cuando pueden ofenden al Papa, a los obispos y sacerdotes.

- ¿Pero cuánto incide en el debilitamiento de la Iglesia Católica la presencia de estas sectas y de estos grupos?

- Nosotros tenemos la convicción de que pertenecen a nuestra Iglesia Católica todos los que han sido bautizados en ella. Tenemos 27 parroquias que están presididas por sus respectivos párrocos. Esa es la fuerza para el mantenimiento de la fe católica y también para atender los bautizos de los nuevos miembros que vienen y los matrimonios eclesiásticos.

- ¿Una de aquellas sectas que ha llegado a Cuenca es “Pare de Sufrir”, acusada en la Defensoría del Pueblo del Azuay de estafa por parte personas que pertenecían a este grupo?

- “Pare de Sufrir” es una organización que viene desde Brasil, es lo que se podría llamar la Iglesia Electrónica. Prometen mucho la sanación, sobre todo a personas delicadas, enfermas o con problema, pero las exigencias económicas siempre son fuertes allí porque cobran 5 o 10 dólares por pequeña visita que sea, y ya ha resultado, como usted señala, casos de verdaderas estafas. Realmente es una verdadera secta que tiene más el dinero como Dios que nada, y toman el nombre de la Biblia: ese es el punto débil.
Fuente: Info-RIES nº 123 (16/03/09).

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