viernes, 30 de septiembre de 2011

Juan de San Grial: ¿una secta ortodoxa y otra cátara?

Un mismo fundador para dos sectas

Su llama Juan, o Ioann, y en los ambientes españoles se autodenomina Juan de San Grial. Tal y como dice de sí mismo en su página web, Juan de San Grial “es más conocido en los cielos que en la tierra. Vive en el aislamiento, rodeado por sus ayudantes más allegados… Pero millares de sus discípulos en muchos países del mundo llegan a ser testigos de las maravillas, curaciones, iluminaciones místicas. Está marcado por un don particular: recibir revelaciones de las esferas sobrecelestiales y de las profundidades infernales. Con el oído profético oye las voces de los difuntos y de las generaciones venideras. Los ángeles y los santos se aconsejan con él. Su corazón guarda resonancias de 84 civilizaciones ya existidas y saluda el acercamiento de la civilización 85, la gran civilización del divino amor. Él es su primer mensajero en la tierra”.

Tan preclaro personaje además se autodenomina beato y conocedor de los misterios del Santo Grial, por lo que se hace llamar heredero de los caballeros del Cáliz Sagrado. Se considera así el sucesor de los cátaros y depositario de las tradiciones de occidente y oriente: por un lado del monte y el castillo de Montsegur (último reducto cátaro en las guerras del Midi francés), y del gulag de Solovki. Es de esta forma el escogido recolector de la sangre de los mártires del oeste y del este, ahí es nada.

Con una mezcla de gnosis, maniqueísmo, catarismo, cristianismo ortodoxo y magia hermética, tenemos el grupo fundado por este iluminado alrededor del año 2006 en Cataluña (España). Como nos dice él mismo, “propone una concepción valiente de la nueva gnosis divina, el camino de ver a Dios con ojos propios”. Y sigue diciendo: “la fuerza de Juan de San Grial está en esta praxis originalmente cátara del cristianismo auténtico. No es un simple maestro, sino el instructor del camino, el vidente arcano de las profundidades del corazón”.

Recordemos que el catarismo es la corriente doctrinal gnóstica y maniquea (cátaro significa “puro”) que se propagó por el occidente de Europa entre el siglo X y el XIV en las tierras del Midi o Mediodía francés. Estaba basado en el dualismo de la creación (dos principios antagónicos, Dios y Satanás), la maldad del cuerpo, la reencarnación del alma, el rechazo de la materia y la sexualidad, con un fuerte componente de ascesis y desprendimiento de riquezas. Aquellos que cumplían todas las normas eran llamados “perfectos”.

El último de los perfectos cátaros conocidos, Guilhem de Bélibaste, fue quemado en el año 1321 en Villerouge-Termenès. Hay una leyenda que circula acerca de sus últimas palabras, pero no parece que sea cierta, según la cual éstas fueron: “a partir de 700 años el laurel reverdecerá”, que Juan de San Grial se apropia para apoyar su fundación y su grupo.

Afirma que su nacimiento en el año 1946 en Rusia fue profetizado a su padre Jacob, encarcelado por Stalin tras ser falsamente denunciado. En la prisión un anciano espiritual le reveló que “con la ayuda de Dios serás liberado de prisión y engendrarás un hijo que se convertirá en profeta y ayudará a vencer al gulag, abriendo a la humanidad un nuevo camino hacia la salvación”. Tras pasar un año nació su hijo, Juan, Ioann. Dice de sí mismo que es un superdotado, dominando a la perfección ocho idiomas, excelente escritor (con varios centenares los libros que podemos encontrar de él publicados), poeta, músico,… recorrió “quizás” (llegan a afirmar) todos los templos y los monasterios del mundo.

Por mediación de la madre Eufrosinia, personaje que dice que encontró en su peregrinar buscando la iluminación y miembro de la iglesia clandestina de los mártires, una iglesia que vive en catacumbas al margen de las iglesias oficiales, entra en contacto con las ramas cátaras de los cristianos verdaderos y perseguidos. Esta es la línea por la cual Juan de San Grial se liga al movimiento cátaro.

A partir de esta iniciación la gente empezará a acercársele y se inicia la formación de su propio grupo de seguidores. Afirma que se produjeron sanaciones y que empezaron las revelaciones de lo divino cuando se encontraba meditando en los antiguos emplazamientos de los castillos cátaros, en el sur de Francia. Para él los nuevos cátaros serán el comienzo de una nueva civilización, la número 85 según su recuento, la de “la nueva democracia, el gran movimiento de los humanistas, la cultura única, y en realidad la nueva civilización del puro amor”.

En este grupo neo-cátaro se llevan a cabo talleres, cursos sobre catarismo con muy poca base histórica y fundamentada, con clichés pseudohistóricos muchas veces, hay excursiones a la zona del sur francés, donde aún permanecen ruinas de los castillos del catarismo tradicional, hay cursos de cocina cátara, y también poseen un grupo musical que participa en diversas ferias y eventos musicales por diversas ciudades españolas.

Mantienen elementos cátaros clásicos, como la consideración pecaminosa de las prácticas sexuales; de ahí que consideren que la fecundidad entre ellos se realiza de manera inmaculada. Su vida comunitaria transcurre de manera separada según sexos y participan de la creación y el pan-naturalismo con rituales de purificación matutina.

No obstante, el grupo estable no supera los 50 miembros, siendo en su mayoría de origen ruso, provenientes de aquella región y ahora afincados en España, llegando al centenar en sus excursiones al sur francés, tal y como afirma la información proporcionada por la asociación RedUne.

Se hacen ligar a las ruinas del castillo de San Salvador de Gerona, en el municipio de Port de la Selva, si bien su sede está en la calle Floridablanca número 7, en Llançà (Gerona).

Sin embargo, Juan de San Grial tiene una doble vida, ya que es también fundador de una iglesia de tintes ortodoxos. Juan, a quien ahora llamarenos Ioann, que es el nombre con el cual fue bautizado, además de ofrecer catarismo para españoles, en el año 1991 fundó en Rusia la “Iglesia Ortodoxa de la Madre de Dios Derjavnaya”, en la ciudad de Moscú, tras ser ordenado sacerdote en el año 1984 por un obispo hostil y contrario al Patriarcado Ortodoxo de Moscú.

La iglesia Madre de Dios Derjavnaya reúne muchos elementos de la ortodoxia, al menos exteriormente, y le adiciona un salpicado de tintes milenaristas, apocalípticos y de apariciones, en especial las de Fátima, que le sirven al fundador para apoyar la caída del comunismo y aparecer así más atractivo en la población rusa. En estas regiones, Ioann Bereslavski, que es su nombre (en España, Juan de San Grial), ha encontrado una aceptación suficiente para tener unos 3500 seguidores en todos los países y repúblicas exsoviéticas, con alrededor de 28 comunidades, con un número de miembros presentes en casi 300 ciudades, y unas decenas de monjes y monjas. Si bien hacen alarde de mantenerse en la tradición ortodoxa, esperan una nueva época en la humanidad donde las tres cabezas del dragón del Apocalipsis hayan de ser derrotadas, a saber, y según ellos: el Partido Comunista soviético, el KGB y el Patriarcado de Moscú. A esta batalla entre las fuerzas del Bien y del Mal, netamente dualista, seguirá la restauración de la monarquía tradicional rusa.

El Patriarcado de Moscú, así como las autoridades de la Federación Rusa, consideran a este grupo como uno más de las múltiples sectas que se aprovechan del vacío espiritual de la población excomunista y engañan con elementos ortodoxos y milenaristas a la sociedad, permitiéndoles enlazar con la historia previa a la aparición de la ideología soviética, y mostrando un atractivo zarista y religioso que cala bien en muchos individuos.

No es un movimiento de proporciones grandes en número ni están consiguiendo una importante aceptación entre la población, pues nunca han conseguido superar los 4000 miembros. Se han producido casos de demandas contra ellos, y vienen siendo objeto de investigación y atención dentro de los observatorios de sectas rusos.

Su presencia, además de la mencionada en Rusia y demás repúblicas de la antigua URSS, se centra preferentemente en la población de estas regiones en otros países del mundo, y una presencia esporádica en Italia, Portugal, España, o la exYugoslavia, especialmente en santuarios de apariciones marianas.

Otros nombres de este grupo son “Iglesia de la Santa Rusia”, “Iglesia de la Transfiguración de la Madre de Dios”, “Centro de la Madre de Dios”, y anteriormente en sus inicios, “Centro Bogorodichny”.

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